domingo, 16 de noviembre de 2008

las cosas más sencillas

Y es que siempre llego a la misma conclusión. Y aun así le sigo dando vueltas. Las cosas más sencillas son las mejores. Sentarme contigo como dos viejos cotillas en un banco viendo pasar la vida, como si no hubiese cosa más interesante en el mundo que mirar el cielo e imaginar cosas terribles como que dos aviones se chocan o que el metro pillará a alguien... Y mientras frente a nosotros se abre el mejor de los espectáculos, entre nubes rojizas un sol anaranjado y a nuestra espalda el cielo ya oscurecido le va ganando el terreno al sol. Que maravillosos son los momentos en los que no nos hablamos yo creo que ni si quiera pensamos, solo estamos allí sentados espectántes, atónitos, perplejos, obnubilados, observando desde nuestra pequeña perspectiva lo maravilloso que es el mundo. Si esos momentos estúpidamente románticos en los que solo con una mirada de vez en cuando hemos dicho todo... 10 minutos después cuando ya ha oscurecido y mi querido y odiado reloj dice que ya es la hora de despertar, me olvido de lo recién vivido y critico es tipo de momentos, ese tipo de miradas tan... para mi empalagosas, pero en el fondo se que eso es de las cosas más bonitas de las que viviremos.Felicidades Cariño.